Consejos para aprobar un examen de listening

“Lo peor que llevo es el listening”. No falla. Cada vez que una persona se va a presentar a un examen oficial de inglés y habla conmigo, eso es lo primero que me dice. De hecho, la mayoría incluye la parte oral dentro de la misma categoría sin saber que se trata de una sección distinta del examen. Pero, bueno, supongo que la consecuencia de una herencia dualista. Así que, para echarles una mano, les transmito unos consejos para aprobar un examen de listening. Y, como parece que dan buen resultado, los voy a compartir contigo.

Consejos para aprobar un examen de listening

Voy a estructurar este apartado, aprovechando las ventajas que me ofrece la escritura para dar consejos, en tres partes. La primera tratará sobre la preparación del examen de listening. La segunda y tercera, respectivamente, incluirán indicaciones respecto al modo de proceder antes y durante la realización del examen.

Si los sigues con atención, te aseguro que no arrepentirás. El miedo al listening y la poca importancia que se suele dar entre los examinados son los principales factores que causan los malos resultados finales. Con esta referencia que te voy a dar ahora, espero poder ayudarte a obtener una buena puntuación cuando termines.

Cómo preparar un examen de listening

Toda preparación requiere tiempo y un examen de inglés no es ninguna excepción. Cuanto más tiempo le dediques, mejores resultados tendrás. Pero, si le dedicas demasiado a una parte en concreto, se la quitas a las demás. Entonces, ¿cómo solucionar este problema?

La solución es relativamente sencilla. Porque, en el caso del listening, la clave del éxito reside en la continuidad. Si tienes tiempo de sobra hasta la fecha de la prueba, puedes espaciar la cantidad de tiempo a emplear en esta parte. Si vas más justo, tendrás que intensificarla.

Para optimizar lo más posible la preparación, te recomiendo que trabajes la parte de escucha con la parte oral al mismo tiempo. Las clases telefónicas de RingTeacher te permiten realizar esto, empleando el mismo tiempo que tendrás durante el examen. Así, ganarás tiempo para dedicar a las otras partes.

Pero también puedes usar otros sistemas. Además, son perfectamente compaginables con el anterior. Por ejemplo, practicar ejercicios de listening desde el ordenador. Te van a servir para acostumbrarte al tipo de preguntas que te van a hacer y a los problemas que puedes encontrarte con las respuestas.

Por último, escucha inglés todo lo que puedas. Sácale partido a tu tiempo de ocio para dedicárselo al idioma de la manera que prefieras. Si no se te ocurre nada ahora, tienes unas cuantas, sugerencias muy útiles en nuestra entrada «Cómo mejorar mi listening«.

Consejos para aprobar un examen de listening

Antes de empezar el examen de listening

Ya estás en la sala donde se realiza el examen. Previamente, has preparado a conciencia esta parte. Tienes la hoja delante. Empuñas el lápiz mientras esperas a que suene la grabación para escribir las respuestas… Acabas de cometer un error.

Como he dicho en algún lugar del texto, la principal causa de suspenso en el listening es el miedo. Antes de comenzar la prueba, te entrarán los nervios. Respira profundo. Conserva la adrenalina en el cajón de salida para cuando comience el examen. Trata de relajarte leyendo las preguntas mientras piensas cuál es la respuesta correcta. Es decir, anticipa el resultado.

Esto es muy importante, porque debes saber lo que tienes que hacer antes de nada. Ese primer contacto genera un esquema en tu cabeza sobre la estructura del examen. Por otro lado, aparte de saber a qué te enfrentas, vaticinas posibles respuestas (predecirás más de una, ya verás) a la par que visualizas el resultado final. De esta manera, no te quedarás en blanco, puesto que tu mente ya ha completado la prueba.

Durante el examen de listening

Ahora es el momento de convertir los nervios gasolina de concentración. Media hora se pasa volando. Durante ese tiempo, solo serás oídos. No dejes que nada ni nadie te distraiga. Cierra los ojos si es necesario. Como ya has leído las preguntas antes, sabes lo que tienes que hacer. Eso sí, ábrelos para poder marcar la respuesta.

Si has hecho la práctica de ejercicios, sabrás que todas las palabras de las respuestas suenan siempre en el audio. Localízalas y descarta aquellas que no guarden relación con lo que te preguntan. Las opciones están establecidas para averiguar si la persona que realiza el examen ha entendido bien la grabación o si solo distingue partes sueltas.

Si no has podido encontrar la respuesta, no trates de acertarla a ciegas. Tacha las que sabes que no son ciertas. Así reducirás las opciones. Como la grabación suena dos veces, cuentas con otra oportunidad. Pasa a la siguiente pregunta y olvídate de la anterior. En la segunda escucha ya sabes dónde tienes un problema, además de haber reducido el número de respuestas posibles. Potencia tu atención con mayor fuerza ahora. No tienes por qué encontrar la respuesta, sino descartar las opciones erróneas.

Por último, recuerda estos dos puntos:

  • Repasa la estructura gramatical. Las palabras siguen un orden y no se dicen al azar. Si no entiendes algo, identifica si se trata de un sujeto, un verbo, un adjetivo… No vas a entender todo lo que escuches, pero asegúrate de que la comprensión del resto no se vea afectada por un sonido.
  • Las preposiciones y artículos también existen. Este tipo de palabras se pronuncian rápido y, generalmente, unidas a la siguiente palabra. Por lo tanto, generan problemas de entendimiento. Así que, si no has entendido una palabra, tal vez se deba a que hayas oído dos.

En qué consiste un examen de inglés

Los exámenes oficiales de inglés se dividen en cuatro partes, cada una de ellas con una duración determinada y una puntuación concreta. El objetivo de este tipo de pruebas consiste en evaluar la agilidad lingüística en todas las áreas de uso:

  • comprensión lectora
  • conocimientos gramaticales y de escritura
  • capacidad de entendimiento auditivo
  • habilidades comunicativas orales

Por motivos prácticos, sigo la estructura de los exámenes oficiales de Cambridge. Desde hace mucho tiempo, son los más demandados y completos en el campo pedagógico. Para aprobar estas pruebas, es necesario obtener una puntuación mínima del 60% del total (70% en el caso del PET). Así que veamos primero cuánto representa cada parte en la puntuación final:

  • comprensión lectora + conocimientos gramaticales y de escritura:60%
  • capacidad de entendimiento auditivo:20%
  • habilidades comunicativas orales:20%

Como habrás observado, he unido las dos categorías de conocimientos teóricos en una. Esto se debe a que no tienen participación activa por parte de la persona que se examina. En cuanto al tiempo que dispones para realizar cada parte, te los muestro ahora mismo:

  • Dos horas y media para leer y escribir
  • Media hora larga para escuchar
  • Un cuarto de hora para hablar

Importancia del examen de listening

Con estos datos, te habrás dado cuenta de que la parte no activa (comprensión lectora + conocimientos gramaticales y de escritura) te ofrece el aprobado de manera inmediata. Siempre y cuando, claro está, no cometas ningún fallo. Además, dispones de mucho tiempo para completarla, repasar y corregir cualquier error que hayas cometido.

Por otro lado, la realización perfecta de las partes activas (capacidad de entendimiento auditivo + habilidades comunicativas orales) no te sirve para aprobar por su propia cuenta, aparte de darte poco margen de maniobra en cuanto a su duración.

Como escudero

Como consecuencia, los candidatos prefieren concentrarse en la parte no activa, donde pueden obtener mejores resultados. La parte activa, de esta manera, adquiere un valor complementario para su nota final. Es decir, que dedican menos tiempo a ella.

Como estrategia, no está nada mal, la verdad. Una persona con excelente conocimiento teórico puede aprovechar, así, su principal fortaleza para obtener la mayor puntuación posible en la parte no activa. O, también, si esta habilidad no es demasiado fuerte, pero mucho más que la activa, centrará sus esfuerzos en potenciarla con el mismo propósito en mente.

Sin embargo, la desatención del listening y comunicación oral suele ser la principal fuente de problemas con los que te vas a encontrar durante el examen.

Como aliado

En primer lugar, olvídate de hacer un pleno en la parte de comprensión lectora y conocimientos gramaticales y de escritura. Un buen profesor de inglés nativo obtendría la nota más alta, pero un nativo normal tendría más problemas a la hora de acertar todas las respuestas. No obstante, ambos pasarían sin problemas la parte de capacidad de entendimiento auditivo y habilidades comunicativas orales. Porque son más sencillas.

El principal riesgo de la estrategia mencionada en el apartado anterior coincide con el de las inversiones financieras. Un experto te recomendaría diversificarlas para reducir sus posibilidades de fracaso mientras aumentas tus opciones de éxito. Lo mismo sucede en este tipo de exámenes.

Vuelve a mirar el listado de porcentajes y tiempos del segundo apartado. La media hora de listening supone un 20% de la nota final. Pero, cada media hora de la parte no activa vale solo un 12%. Es decir, que resulta más rentable el tiempo dedicado al listening que a la parte no activa.

Para terminar, te comento que la parte activa ofrece mayores posibilidades de obtener una puntuación alta que la no activa. Las preguntas no son complejas, aunque te obliguen a esforzarte un poco de vez en cuando. Si te preparas bien esta parte, como te he aconsejado en el primer apartado, cuentas con el respaldo de un casi 40% en la cabeza. Así podrás empezar al examen sin la tensión de jugártela todo a una parte. Además, te va a permitir obtener una puntuación final mejor.

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