El otro día me mandaron un meme muy adecuado para introducir el tema del acento inglés más difícil de entender. Se reúnen varias personas, cada una de un país no angloparlante, salvo un británico. A la hora de hablar, emplean el inglés y todos se entienden perfectamente entre ellos, pero ninguno entiende al británico ni este entiende lo que dice el resto.
Algo similar sucede cuando se juntan angloparlantes entre sí, sobre todo si se trata de habitantes de las islas británicas. De hecho, a veces requieren de un intérprete local para comprender lo que dice alguna persona, porque hay acentos en inglés más difíciles de entender que otros, como te mostraré a continuación.
Los acentos de los que hablaré en este artículo corresponden a los tres países angloparlantes por excelencia: Reino Unido, Estados Unidos y Australia, donde descubrirás quién se lleva el premio al acento inglés más difícil de entender.
Tabla de contenidos
El acento inglés más difícil de entender
En general, las personas de países no angloparlantes no suelen distinguir los acentos ingleses. No obstante, lo normal es que entiendan mejor el americano, pero esto ya depende del bagaje cultural de cada uno.
Por supuesto, si esta misma pregunta se la formulásemos a personas angloparlantes, los americanos dirían que no entienden ninguno, los británicos que entienden todos mientras que los australianos se las ven y se las desean para entender a los escoceses.
En cambio, si les preguntásemos qué acento les cuesta más entender dentro de su país, aquí Reino Unido cuenta con candidatos de sobra para erigirse en líder indiscutible del debate sobre el acento inglés más difícil de entender.
El acento británico
Si algo caracteriza al acento inglés que aprendes en los cursos de idiomas es que tan solo lo emplea el 3% de la población de Reino Unido. Es decir, el llamado Received pronunciation (RP) o Standard English suena en las noticias y poco más.
Lo normal es que cada persona adapte el RP a su acento, así que hay cierta homogeneidad oral en cuanto a la pronunciación, aunque el vocabulario sea un tema aparte en cada región. Por ejemplo, I am in a bad mood se dice I have a cob on en Liverpool. Sin embargo, algunos dialectos británicos son famosos por la dificultad que entraña entenderlos, como verás a continuación.
Los acentos británicos más difíciles
Comenzaré con el Geordie, lo más parecido a otro idioma que escucharás en tu vida. Por ejemplo, Am gañén significa ‘me voy a casa’. Se habla en Newcastle y, en general, en toda la región de Tyneside. Destaca por una entonación cantarina y la alteración fonética de sus vocales, como Jade Thrilwall te demuestra en este vídeo. A modo de curiosidad, cuando cruzas el río (área de Sunderland) ya no se habla Geordie, sino Mackem, que también tiene lo suyo, pero se entiende mejor.
Aun así, en Glasgow (180 km al noroeste de Newcastle) hablan un dialecto tan absolutamente ininteligible que el Geordie te parecerá sencillo. Se llama Glaswegian, y se caracteriza por una dejadez articular con una fonética dura, acompañada por una entonación nula. A diferencia del anterior, no te molestes en pedirles que hablen más despacio, porque no sirve para nada. Fíjate lo que sucedió en el Parlamento en 2018.
Otro acento famoso por su complejidad es el Cockney de Londres, debido a que no hacen pausas entre las palabras, como los madrileños. Con todo, su principal dificultad estriba en el uso de una jerga específica que reemplaza palabras normales por otras que riman con ellas. Por ejemplo, un Cockney nunca dice trouble o believe, sino Barney rubble y Adam and Eve.
Por último, están los dialectos rurales de Irlanda y Reino Unido. Tan solo te puedo recomendar que vayas acompañado de un traductor, dado que, en estas regiones, las personas hablan con el acento inglés más difícil de entender, porque es tremendamente cerrado y cacofónico.
Otros acentos británicos difíciles de entender
Una vez que hayas escuchado un rato a gente hablando en Geordie y en Glaswegian, creerás que el resto de acentos son más normales. Por desgracia, no es así, aunque entran en el rango de comprensibilidad media o media-alta de cualquier estudiante de inglés.
El más asequible de todos es el acento de Yorkshire (salvo en Barnsley), donde la principal diferencia con el RP es que el sonido /ʌ/ se convierte en /ʊ/, la a larga es corta y el sonido de «ou» y «ei» se simplifican en «o» y «e». Por ejemplo, a great goat se diría [a greit gout] en RP, pero [a gret got] en Yorkshire.
También suelen omitir el sonido de la hache y de la te, lo cual convierte hope en [op] y better en [be’e] en lugar del [houp] y [beta] del RP. El resto de diferencias probablemente pasen desapercibidas para quien hable español, a excepción de palabras con una erre antes de una vocal, porque cambia el sonido de la vocal esperada en RP (floor pasa de [floor] en RP a [flaar] en Yorkshire).
Después, están el Brummie y el Scouse, los acentos respectivos de Birmingham y Liverpool. El primero, que puedes oír en Peaky Blinders, comparte el cambio de /ʌ/ a /ʊ/, tal vez más parecida a nuestra u, además de acortar el sonido de las vocales largas. Sin embargo, la mayor diferencia se halla en el fonema /ai/, que se convierte en /oi/: fly se dice [floi] en vez del [flai] del RP. Ahora bien, estas normas cambian en Wolverhampton (a 30 minutos de Birmingham), donde hablan Yam Yam.
Respecto al Scouse, otro acento inglés más difícil de entender, se entona de manera completamente distinta al RP y la k se convierte en una jota: make se dice [meik] en RP, pero [meij] en Scouse.
El acento americano
Lo primero que llama la atención del inglés americano es que, si comparas el tamaño de Estados Unidos con Reino Unido, su variedad de acentos es infinitamente inferior al de la segunda nación. De hecho, el más extendido de todos es el Standard American Accent (SAA), el equivalente al RP británico.
Aun así, existen diferencias considerables entre la pronunciación del inglés en (y dentro de) la costa este, en el sur, en la costa oeste, en la parte central y en Hawái. Por suerte, estas alteraciones fonéticas no afectan a la comprensión del idioma, salvo por alguna variación que otra del vocabulario regional. Bueno, esto es comprensible, teniendo en cuenta que sucede lo mismo entre el inglés británico y el americano.
Por otro lado, la multiplicidad de etnias que componen la población norteamericana ha provocado una segmentación de acentos dentro de una misma región. Si a esto le añades las diferencias económicas y sociales, bueno, cuesta mucho determinar cuál es el acento exacto de una ciudad como, por ejemplo, Nueva York.
De todas maneras, los acentos americanos que aparecen a continuación destacan por contar con unas normas de pronunciación que rompen con todas las reglas fonéticas del resto de la nación, así que no te preocupes por el resto.
El acento inglés más difícil de entender en Estados Unidos
Si le preguntas a un actor por el acento americano que más le cuesta imitar, sin duda alguna responderá que el de Boston. No es que sea hipercomplicado, pero exige una inversión en la pronunciación en las aes y oes hacia la boca en lugar de la garganta. En otras palabras, ambas vocales se abren «al estilo español». Por otro lado, las erres antes de vocal se convierten en un diptongo, redondeando los labios, de tal modo que se convierten en otra vocal. Y, para terminar, la entonación es descendente al final de las frases.
A continuación, está el acento sureño. Aquí distinguiré entre el Southern accent y el acento de los Apalaches. El primero alarga las aes con cierta desgana y reemplaza las tes por des a mitad de palabra (Little pasa a Lidle). También el sonido -ng se simplifica en -n (singin en lugar de singing) y, lo más importante, se habla muy despacio.
En cambio, el acento de los Apalaches, o Mountain Talk presenta una entonación nasal y glótica muy característica, con tendencia a la omisión de letras, aparte del uso de cierto vocabulario autóctono. Puedes escuchar el acento inglés de los Apalaches en este enlace.
El tercer acento inglés más difícil de entender lo encontrarás en Nueva Orleans. Bueno, hay dos, en realidad. Uno, el YAT (de la pregunta Where y’at?[‘¿Cómo estás?’]) que, curiosamente, es casi idéntico al de Nueva York. El otro se extiende por toda Louisiana y se llama Cajun.
Este peculiar acento se caracteriza por entonar y acentuar el inglés americano al estilo francés. Así que, además de cambiar el sonido del idioma, también absorbe los finales de las palabras. Es decir, las consonantes desaparecen como, por ejemplo, en la palabra rent [rent], que se dice [re].
Northern cities vowel shift
Antes de que vayamos down under, quisiera explicarte algo que está cambiando el sonido del acento inglés americano en la zona de los Grandes Lagos, parte de la costa noreste y hacia el interior del país.
Se trata de una alteración vocálica similar a la que sufrió el inglés británico en el siglo XVII y que afecta a la pronunciación de los fonemas que te muestro a continuación:
- /æ/ se convierte en una e, así que cat se dice [ket].
- /ɒ/ se desplaza al fonema libre /æ/, como en hot, que se dice [hæt].
- /ɛ/, por culpa del cambio de /æ/, ya no se pronuncia «hacia fuera», sino de un modo glótico.
- /ʌ/ sigue el mismo cambio glótico que /ɛ/.
En consecuencia, cot se pronuncia ahora como cat antes, bat suena como bet que, a su vez, cambia al anterior but, porque esta palabra ahora se dice como bought. Por lo tanto, si aprendiste inglés americano hace unos cuantos años, mucho me temo que tendrás que actualizar tu acento.
El acento inglés más difícil de entender en las antípodas
La otra región que compite por el título de acento inglés más difícil de entender se halla en Oceanía, un lugar lo suficientemente alejado de Estados Unidos y de Reino Unido como para haberse desarrollado por su cuenta sin intervención externa.
En el caso de Australia, su acento proviene de una fusión de los diferentes acentos de los prisioneros británicos reubicados en esta colonia convertida en penal, ya que necesitaban entenderse entre ellos. Gracias a esta decisión comunitaria, tan solo existe un acento australiano, aunque se divide en tres variantes en función del nivel socioeconómico.
De manera resumida, el acento australiano es similar al RP, pero con una tendencia a exagerar el sonido de las vocales. En general, es muy sencillo de entender. No obstante, el problema principal del inglés australiano reside en que ha creado un vocabulario vernáculo, bastante colorido y singular. Palabras como arvo (afternoon), barbie (barbecue), bottle-o (off-license [UK], liquor store [US]), brolly [umbrella], cobber [good friend], be crook [be sick], drongo (fool) o fair dinkum [authentic, true])son un buen ejemplo de lo que te espera en esta lejana pero hermosa tierra.
Más complejos de entender, en cambio, resultan sus vecinos neozelandeses, puesto que el fonema /e/ se convierte en /i/ mientras que /i/ pasa a /u/. De esta manera, con independencia de tu nacionalidad, lo normal es que no entiendas ni jota durante una conversación, por muy sencilla que sea. O que te topes con situaciones incómodamente divertidas, tal y como refleja el siguiente vídeo sobre el acento kiwi.
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