Voy a dejar clara una premisa antes de empezar. Un idioma, sea cual sea, solo se puede aprender bien si tienes a alguien con quien hablarlo. Al fin y al cabo, su función es la de permitir la comunicación. Por lo tanto, aprender inglés online o presencial cumple con este requisito esencial. Es decir, que cualquiera de las dos opciones te garantizará un resultado satisfactorio.
La cuestión reside ahora en averiguar qué sistema se adapta mejor a ti. Porque cada uno cuenta con sus propias ventajas e inconvenientes. Pero, para poder tomar una decisión sin miedo a confundirte, necesitas disponer primero de la información adecuada. Y eso es lo que tendrás cuando termines de leer este artículo.
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Aprender inglés online o presencial en los tiempos modernos
Esta disyuntiva es muy similar a la que existe entre trabajar desde casa o en la oficina. Hace unos cuantos años, las actividades online sufrían una serie de limitaciones que les impedían competir de tú a tú con las presenciales. Lo mismo sucedía con el teletrabajo. Sin embargo, el brutal desarrollo de la tecnología ha equilibrado sus fuerzas, provocando un serio debate sobre el futuro laboral y docente.
Dicho esto, conviene matizar esa igualdad actual de cara a saber si te conviene aprender inglés online o presencial. En primer lugar, los medios virtuales que se utilizan son los mismos que las empresas emplean para sus reuniones. Es decir, que su función es la de juntar a personas dentro de una sala para intercambiar opiniones y mostrar proyectos. Las clases online sacan partido de esos recursos, pero no están diseñados para ese propósito. Depende, pues, de la imaginación de los profesores el combinar otra serie de programas para poder enseñar y dar explicaciones de manera efectiva.
Por otro lado, si no te llevas bien con la tecnología, no pierdas el tiempo con clases online. Te voy a poner un ejemplo muy bueno para que entiendas lo que te quiero decir: los libros. Ahora mismo, puedes leerte una novela en formato físico o en ebook. Personalmente, soy incapaz de concentrarme con el libro electrónico. Necesito tocar las tapas, pasar las hojas y sentir su peso para saber que estoy leyendo un libro. Si tú necesitas un contacto más directo para aprender inglés, ya sabes qué opción escoger.
Preguntas clave antes de aprender inglés online o presencial
Aunque parezca que estoy criticando las clases de inglés online, lejos de mí esa intención. El hecho de que empleen tecnología prestada no significa que las clases sean malas. Es más; permite una serie de cosas que la presencial no puede ofrecer, como el acceso a recursos audiovisuales que sirvan de apoyo para las dudas que surjan. En cuanto a los conflictos tecnológicos, hace tiempo que te has acostumbrado a ver películas en casa en lugar de ir al cine o al teatro. O a ver leer las noticias en Internet en lugar de comprar un periódico. Así que, antes de descartar esa opción, prueba una clase. Igual te sorprende…
Más importante para tu decisión, sin embargo, es que te hagas unas serie de preguntas. En general, las clases presenciales tienen más demanda que las online porque se benefician de la inercia de aprendizaje. Esto es, que estás acostumbrado a hacer cosas de una manera y no te planteas una alternativa. Como mis padres con la comida japonesa.
Cuándo
La primera pregunta está relacionada con tu disponibilidad. Las clases presenciales en una academia tienen una oferta de horarios fijos e inamovibles a los que te tienes que adaptar. Algo más flexible resulta la opción de contratar a un profesor, por supuesto. Aunque eso no te garantiza su disponibilidad constante y tengas que cambiar tus horarios para adaptarte a su disponibilidad.
No obstante, este hermetismo horario también te permite organizarte mejor. Además, te aporta una disciplina muy útil de cara a aprender inglés. Y, por último, sirve para eludir compromisos laborales o marrones de última hora. «Lo siento, pero tengo clase y no me puedo quedar» es una frase que, en general, se suele respetar.
Las clases online, por el contrario, son mucho más flexibles. No solo puedes escoger el horario que mejor te convenga, sino que se adaptan mejor a las vicisitudes de tu trabajo. Rara es la academia o profesor particular que esté disponible a partir de ciertas horas o que ofrezca una alternativa en caso de modificación. Pero, tanto las clases online como por teléfono tienen una elasticidad espectacular en este tipo de situaciones.
Así que, echa un vistazo a tu agenda y valora si te puedes permitir aprender inglés mediante un sistema estable o necesitas uno más dinámico. Porque, a final de cuentas, eres tú quien va a aprovechar o malgastar ese tiempo.
Dónde
Si la disponibilidad es un factor clave a la hora de escoger entre aprender inglés online o presencial, no menos importante es el lugar. Porque, aparte de los desplazamientos, incluye el elemento de la comodidad.
Empezaré con las presenciales. Como sabes, pueden hacerse en una academia o contratando a un profesor. En el primer caso, tienes que desplazarte sí o sí. Es decir, que debes contar con el tiempo que vas a necesitar para llegar puntual. Pero, también, para regresar a casa o a la oficina. Te digo esto porque, cuanto más cerca de esos lugares se encuentre la academia, mejor para ti.
En el segundo caso, es el profesor quien se desplaza. Por lo tanto, te permite escoger tanto el lugar como la mejor hora para ti. Una gran ventaja, sin duda alguna. De hecho, coincide con las que vas a ver en online. Por lo tanto, la elección entre unas y otras la determinará el resto de preguntas.
Es cierto que, cuando haces esta pregunta, la respuesta beneficia a las clases online. Donde haya un ordenador, está la clase. Solo necesitas disponer de una conexión a Internet, que ya no supone ningún problema a estas alturas del siglo XXI. Además, no pierdes la clase aunque estés de viaje, a diferencia de la presencial con profesor.
Por desgracia, esta comodidad es un arma de doble filo. La mayoría de alumnos online dan las clases en casa, un lugar donde la atención tiene muchos pretendientes. Que si los niños lloran, que si el perro se pone a morder algo, que si tu marido necesita ayuda para freír un huevo, que si tu compañero de piso habla demasiado alto por teléfono o que viene el repartidor de Amazon…
Cuánto
Para terminar, aprender inglés online o presencial no es gratis. Así que, valora la relación calidad-precio en función del rendimiento que obtendrás. Pues de esto es de lo que te voy a hablar antes de despedirme y agradecerte la lectura, de paso.
Sin duda alguna, las opciones más asequibles son las online o un profesor particular. Pero, a su vez, cada una dispone de una opción individual y grupal. Obviamente, el precio de las primeras suele ser más caro, ya que afecta a los ingresos y tiempo de quienes las imparten. Aun así, compensan ese defecto con la dedicación exclusiva e intensiva.
Sin embargo, la ausencia de compañía implica que tu interacción se limita a la que mantengas con tu profesor. Si tu nivel es, hablando en plata, cero, pasarás más tiempo tratando de entender que aprendiendo a utilizar el idioma. El caso contrario sucede si tu nivel es más alto, porque la participación de tus compañeros reducirá la tuya, provocando que tu progresión transcurra a un ritmo menor.
En conclusión, analiza bien los pros y contras que te he mostrado antes de decantarte por aprender inglés online o presencial. Tal vez la opción más adecuada para ti no sea la que quieres. Pero, cuando veas los resultados, descubrirás que era esa la que mejor te convenía.